Y haciendo memoria, he caído en la cuenta de lo mucho que se ha globalizado el fútbol en estos 20 años. En aquella selección de Suiza, había seguro 2 y quizás 3 jugadores jugando fuera de Suiza. Eran Chapuisat (Borussia Dortmund), Sforza (Bayern Munich) y Grassi (seguro que jugo en el Mónaco, pero no se si lo hacia en el 94). En la selección que juega el Mundial de Brasil tiene 19 jugadores que juegan fuera de Suiza. España en el 94 no tenía ningún jugador que jugase fuera de España. En este Mundial hasta 9 jugadores (que durante el Mundial se sumaron Cesc y Villa) juegan en ligas diferentes a la española.
En los países europeos tuvo mucho que ver la ley Bosman que entró en vigor en el año 96, pero esta situación se da en todo los continentes. Estados Unidos llevaba en su Mundial del 94, de memoria, solo a Reyna y a Friedel. En este Mundial 14 jugadores disputan ligas diferentes a la MLS. Y en Asia, Corea del Sur solo tenía a dos jugadores jugando en Japón en el año 94 (en el que nos enfrentamos a ellos en la fase de grupos y nos empataron a 2 en los últimos minutos). Este año lleva a 17 jugadores que juegan en ligas como la Bundesliga, Premier League, Japón y China.
Para mi, este es el principal motivo de la mejora de las selecciones que se encuentran varios escalones por debajo de las favoritas al título y por lo que cada vez son más frecuentes las sorpresas en un Mundial. De momento, Costa Rica ya se ha cargado a dos selecciones de Uruguay, Italia o Inglaterra. Dos campeonas eliminadas en el mismo grupo. Y estoy seguro que la fase de grupos nos depara alguna sorpresa más.
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